Aunque se acepta generalmente que la
crisis del 29 se resolvió con el New Deal (o Nuevo Pacto), lo cierto es
que en realidad la salida definitiva de la crisis no se produce hasta la década
siguiente, merced a un elemento tan perturbador en la economía mundial como la
Segunda Guerra Mundial.
Pero es cierto que fueron
precisamente políticas que abandonaron los postulados liberales clásicos y
siguieron los planteamientos keynesianos, recogidos en su famoso libro titulado
La teoría general sobre la ocupación, el interés y el dinero, las que
tuvieron la virtud de suavizar, y mucho, una profunda crisis económica.
Franklin Delano Rooselvelt,
presidente de los Estados Unidos, basó el New Deal en dos grandes
pilares. Por un lado, incrementó el gasto público para suavizar el sufrimiento
de millones de americanos y aumentar la producción y sentó en la misma mesa al
gobierno, a los empresarios y a los trabajadores para determinar a la vez la
producción, los precios y los salarios, con la finalidad de impedir el continuo
desplome de los precios. Por otro, estableció controles financieros más
estrictos y en este sentido, un paso fundamental fue la creación del Federal
Deposit Insurance Corporation que se inició el 1 de Enero de 1934; de este
modo se incrementaron los activos, para prevenir mejor, además, otra posible
crisis venidera.
Es importante señalar que aunque la
recuperación se inicia con la introducción de políticas expansivas en EE.UU.,
este país se caracterizaba por el hecho de que la intervención del Estado era
tradicionalmente mínima y dejaba la actividad económica en manos de los agentes
económicos privados. Pero esta tendencia cambió radicalmente con la crisis. Por
ejemplo, su gobierno crea puestos de trabajo directos para miles de americanos
hasta la cifra de 3,7 millones de empleados con nóminas vinculadas a la
administración americana en 1936. Los empleos creados iban destinados
prioritariamente a infraestructuras, en puestos de trabajo sin excesiva
cualificación en los que podían incorporarse fácilmente minorías, como los
afroamericanos, que estaban sufriendo muy especialmente la depresión.
En consonancia con el New Deal
estuvo la National Industrial Recovery Act (NIRA), con el propósito no
sólo de contener el desplome en los precios, sino de lograr que se
incrementaran, así como los salarios y con esta finalidad hasta se suspenden
las leyes anti-trust.
Una medida que logró grandes y
positivos efectos en grandes zonas de los Estados Unidos fue the Tennesee
Valley Authority (TVA) que afectó un total de siete estados, para permitir
la llegada de electricidad a bajo precio para la agricultura. Con el Commodity
Credit Corporation (CCC) se establecen precios mínimos en la agricultura,
pero la gran sequía de 1936 forzó la emigración a California y el definitivo
abandono de la actividad agraria en amplias zonas del país. Otra medida que se
aplicó fue el Soil Conservation and Domestic Allotment Act, con la
finalidad de orientar la producción agraria de los campesinos, reducir las
producciones con grandes excedentes y reorientarlas hacia aquellos bienes
agrícolas que más demandaba el consumidor, pero esta medida tuvo en realidad un
alcance relativo, pues los productores sentían que su futuro como agricultores
era incierto y era complicado incitar a un cambio en este contexto.
Por el contrario, sí resultó muy
positivo el incremento de la capacidad financiera del CCC en 1938, a tal
extremo que los agricultores mantuvieron o, mejor aún, recuperaron precios de
los años 20.
Finalmente, en el New Deal
impone, incluso, algunos precios mínimos y producción regulada, como por
ejemplo en el caso de la leche, implicando al Departamento de Agricultura, a
los productores directos de la leche y los industriales del sector, con el
propósito de reducir la producción y elevar el precio.
En 1938, incluso, se establece por
ley un salario mínimo, así como la semana laboral de 44 horas.
A pesar de que hoy en día se admite
de forma generalizada la positiva influencia del New Deal en la
recuperación de la economía norteamericana, ésta no será totalmente realidad
hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
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