martes, 21 de marzo de 2017

BLOCKCHAIN III. BITCOIN. LA CRIPTOMONEDA PRECURSORA QUE ABRIÓ LA CAJA DE PANDORA



Marcos Arjona- ElevenPaths



Blockchain hubiera quedado en un cajón como una propuesta más si no hubiese venido con una interesante alianza que le da sentido y razón. Una propuesta que se puso sobre la mesa con el mensaje más claro, motivador e inspirador posible. ¿Estamos hablando de su modelo seguro? No. ¿De su versatilidad? Tampoco, ni mucho menos de su robustez. Sino de obviamente el objetivo de ganar mucho dinero y además de manera algo más encubierta… especular con él. Y cuando hay dinero entre manos, muchos interesados acuden raudos para saber cómo conseguirlo. Basta como ejemplo observar la siguiente figura donde podemos ver la evolución del bitcoin (BTC) y la onza de oro (XAU) los últimos seis meses. Donde el día 3 de marzo el bitcoin superó por fin el valor del oro.
BTC y XAU frente al euro.
A alimentar la maquinaria de bitcoin ayudaron anécdotas como la compra de pizzas por 10.000 BTC en el 2010, algo que equivalía a 33€ del momento. Hoy, principios de 2017,el coste sería de más de 12 millones de euros. Casi nadie predijo el ascenso meteórico que iba a tener el bitcoin en aquellos comienzos. Más de un especulador se arrepentirá, haciendo un pequeño ejercicio de retrospección, de sus trámites y movimientos de bitcoins del pasado.

Quién hubiera sido capaz de prever que existiría un mecanismo de pago que permitiría el intercambio de dinero en cualquier parte del mundo, sin intermediarios, con un grado de seguridad tan elevado, robusto y lejos de la zona de influencia e intereses bancarios. Y es que no hay más que ver la volatilidad de esta moneda y sus múltiples revalorizaciones y devaluaciones para entender que no está supeditada a ningún control ni regulación. Y cualquier circunstancia económica internacional, noticia o rumor, puede suponer un tremendo revulsivo tanto positivo como negativo al valor de las criptomonedas.
Autogestión del dinero
¿Qué locura es esta? En este mundo el dinero siempre ha sido gestionado por los bancos. ¿Quién no se fía de los bancos? Unas entidades que participan en el intrincado sistema del mercado que tiene en circulación muchísimas divisas además de un mercado afectado por la coyuntura social de las sedes bancarias y de determinadas decisiones políticas que puede influenciar el precio del dinero. Inflación, devaluación, impuestos, tasas, comisiones, burbujas económicas, corralitos, evasión fiscal, etc. Demasiados parámetros que pueden provocar crisis y penurias en el mercado global. En las criptomonedas el único factor que afecta al proceso es la compra y venta de monedas, la oferta y la demanda. Básicamente si por algún interés social mucha gente desea comprar moneda virtual el precio subirá, y ocurrirá lo contrario si todo el mundo desea cobrar los beneficios de la venta de criptomonedas. Lo que incentiva la definición más básica y fundamental de la especulación.

El mercado de bitcoin viene predeterminado tanto en masa como en inflación. Ningún factor externo puede modificar dichos parámetros. Existe un límite de 21 millones de bitcoins que pueden ser obtenidos. Donde la tasa de descubrimiento viene afectada por una función matemática predefinida. Esto quiere decir que el ritmo al que se pueden ir encontrando bitcoins viene determinado por una función, diseñada para corregir el aumento de las capacidades de cálculo de los ordenadores a lo largo del tiempo, para que cada vez resulte más complejo añadir nuevos bitcoins a la circulación. Aunque hay que matizar que la granularidad del BTC se establece en satoshis. Donde 1 BTC= 100.000.000 satoshis.

Como es lógico a mayor número de bitcoins mayor aumento de la inflación, algo que a día de hoy apenas ha afectado a la moneda gracias a que dicha inflación se ha visto retenida por el gigantesco crecimiento y adopción de la criptomoneda y su constante revalorización. La propia demanda ha rectificado e invertido la tendencia inflacionista. Aun así, existe un factor de corrección donde la remuneracón de bitcoins es reducida a la mitad cada cuatro años (hasta hace poco, julio de 2016, cada bloque se validaba a 25 bitcoins, mientras que hoy en día se crean 12,5 por cada bloque minado). El incipiente auge de tecnologías basadas en blockchain ha despertado el interés de inversores que perciben este proceso tan sofisticado de expansión económica, más allá de las criptomonedas. Fondos de capital-riesgo, inversores, bussiness angels y demás agentes interesados se apresuran en tener un trozo del suculento pastel de blockchain. Grandes compañías han puesto el foco en start-ups que aportan una visión fresca e innovadora. Incluso los bancos han cambiado su enfoque, dándose cuenta de que deben subirse a un tren tecnológico antes de que sea muy tarde. Ninguna entidad financiera espera que las criptodivisas acaben eclipsando a SWIFT (Society for Worldwide Interbank), pero más vale ser precavidos al respecto. Dichas entidades financieras apuestan tanto a título individual como colectivo con la esperanza de no perder su presencia en el mercado financiero global.

Encajando piezas

A partir de aquí debemos alejarnos de nuestro ejemplo didáctico para poder comprender el funcionamiento real de bitcoin. Para ello hay que visualizar los tres actores que intervienen en la malla:

Ø  Los usuarios que realizan exclusivamente operaciones de transferencias de bitcoins.
Ø  Los mineros que confirman transacciones de BTCs, realizando un esfuerzo computacional para conseguirlo, bien sea para hallar nuevos bloques del blockchain o bien para verificar que otros mineros los han encontrado antes. Por tanto, además de ampliar el blockchain mantienen una copia.
Ø  Los nodos que ayudan a la verificación de nuevos bloques creados que aún no han sido confirmados. Para ello almacenan una copia del blockchain en su cliente.

Y por otro lado necesitamos conocer algunos elementos adicionales para soportar el funcionamiento y la topología del ecosistema:

    La cartera de BTCs es como su propio nombre indicar es espacio virtual protegido con las credenciales del usuario donde cada individuo "almacena" sus bitcoins. Las carteras de los clientes son accedidas vía clientes software, pero debido a la importancia de estos monederos, han surgido distintas soluciones para proteger las carteras de los usuarios, como dispositivos hardware seguros, smartphones, etc.
    Los pools o grupos de minería son las grandes granjas de ordenadores dedicados a la minería de bloques, que pueden ser centralizados o distribuidos, y realizan la función de incorporar nuevos bloques al blockchain. Debido al enorme esfuerzo que se necesita hoy día para lograr encontrar nuevos bloques, los empeños individuales (que pueden prolongarse años) apenas benefician a los usuarios y solo a través de estas grandes agrupaciones se consigue sostener el funcionamiento del bitcoin. Sin olvidar los incentivos y premios que reciben los pools, compensando el esfuerzo y dedicación. Dichos beneficios se reparten proporcionalmente entre sus integrantes, lo que hace que muchos usuarios decidan adherirse a ellos.

Por tanto, los usuarios de bitcoin usan sus carteras para realizar las transacciones y transferencias a través de sus clientes sin importarles el mecanismo interno del blockchain. Los nodos usan un tipo de cliente más avanzado y almacenan una copia del blockchain, ayudando a verificar la validez de los bloques creados y requiriendo muy poco esfuerzo criptográfico por su parte. Y finalmente los mineros, adscritos a pools de minería, son los encargados de crear nuevos bloques. Gracias a un proceso criptográfico complejo donde la obtención de cada nuevo bloque les proporciona, como mencionamos, 12,5 bitcoins hoy por hoy. A esto hay que sumar además la pequeña comisión por cada una de las transacciones que consigan aprobar dentro del bloque. La siguiente figura muestra un bloque encontrado por un minero o pool de minería anónimo cuya única transferencia es la comisión de 12,5 BTC. Podemos ver que este bloque ya ha sido aceptado por la comunidad (tiene 27 confirmaciones).

Bloque de una única transacción de 12,5 BTCs

Bitcoin sentó un antes y un después, precursora de un proceso de cambio económico que ha resistido los múltiples enemigos que se ha ganado. Hoy por hoy nadie duda del status logrado sino más bien del incierto paso que está tomando, donde la tasa de cambio alcanza un valor inimaginable años atrás.

En la siguiente entrada ahondaremos en los aspectos más técnicos que son necesarios para comprender cómo bitcoin se ha montado sobre blockchain y por qué los engranajes de este modelo funcionan a la perfección.

Contenido curado por Isabel Asolo (Community Manager) para Heras Abogados Bilbao, S.L.P.


1 comentario:

  1. Los medios de pagos electrónicos son el futuro, en definitiva invertir en Bitcoin es probablemente lo mejor
    que se puede hacer, sigue escribiendo sobre este tema, Bitcoin es el futuro.

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