I. CONCEPTO
El private
equity (o capital riesgo como también se conoce en castellano) se puede
definir como la inversión en títulos a través de un proceso negociado. La
mayoría de las inversiones del capital riesgo son en acciones de empresas no
cotizadas. La inversión en private equity es normalmente una estrategia
activa de inversión en la que se incluyen transformaciones en la compañía,
tratando de aportar valor añadido.
El
capital riesgo requiere de habilidades muy específicas y diferentes para cada
tipo de inversión.
A
diferencia de los hedge funds, la inversión en private equity
suele tener un alto grado de iliquidez, unido a unas valoraciones con menor
grado de transparencia, ya que la mayoría de las empresas en las que invierten
los fondos de capital riesgo no están cotizadas.
El private
equity realiza la compra y venta de acciones de empresas mediante un
proceso de negociación, lo que confiere una significativa diferencia con los
fondos tradicionales de renta variable, los cuales compran y venden acciones
cotizadas sin un proceso de negociación (compran y venden a través de los
mercados bursátiles).
En la
negociación para comprar una participación en una compañía, no sólo se discute
el precio de compra, sino que existen otros muchos aspectos tales como la forma
de pago, el tipo de acción (ordinarias, convertibles, preferentes...), opciones
de compra para poder tener una participación mayoritaria (51%), y en general,
multitud de cláusulas que el comprador exige que se estipulen de modo que el
equipo gestor de la compañía dirija la misma de una determinada manera.
Cuando
un fondo de private equity toma una participación en una compañía no
cotizada, su objetivo es vender dicha participación con fuertes plusvalías, en
este sentido es clave planificar la salida de la compañía, de hecho, se dice
habitualmente que el negocio del private equity está en la venta.
La
salida de la compañía puede ser básicamente por tres medios. El primero es
sacar a la compañía a bolsa, momento en el cual el private equity suele
deshacerse de su participación. La segunda es vender la participación a otro
fondo de capital y riesgo. Por último, es posible organizar una operación de
venta; los grupos interesados en comprar la participación en la compañía pueden
ser muy variados: los directivos, un grupo inversor, otra empresa del sector o
un proveedor.
A
pesar de la iliquidez del capital riesgo su crecimiento durante los últimos
lustros ha sido muy elevado, motivado en gran medida porque el private
equity ha sido uno de los tipos de inversión más rentables.
Al
igual que en los hedge funds, no existe una clasificación universalmente
aceptada del capital riesgo. La EVCA (European Private Equity & Venture
Capital) ha propuesto dos clasificaciones atendiendo al tipo de transacción
y a la madurez de la compañía.
II. VENTAJAS E INCONVENIENTES
Las
razones de por qué invertir en private equity son varias. En primer
lugar, el capital riesgo ha obtenido unos magníficos resultados en términos en
el pasado. La rentabilidad de los fondos de capital riesgo ha sido superior a
las de los índices bursátiles.
En
segundo lugar, los fondos de capital riesgo están orientados a obtener retornos
absolutos, independientemente del comportamiento general de los mercados de
valores. Esto es especialmente relevante, ya que buena parte de la gestión
tradicional en renta variable tiene un comportamiento muy estrechamente ligado
a lo que hacen los índices de renta variable.
En
tercer lugar, el capital riesgo puede ayudar a diversificar las carteras de
activos tradicionales (renta variable y renta fija). Aunque el private
equity tiene una cierta correlación con el comportamiento de la renta
variable, son muchos los estudios que muestran que añadir capital riesgo a una
cartera mixta de bonos y acciones puede reducir la volatilidad de la misma y
mejorar el perfil de riesgo.
En
cuarto lugar hay que destacar que la mayoría del PIB europeo es generado por
empresas no cotizadas, luego el horizonte de inversión del capital riesgo es
mucho mayor que el de los fondos que comprar acciones de empresas cotizadas.
En
quinto lugar el capital riesgo puede dar exposición a compañías más pequeñas
que las que normalmente son compradas en los mercados bursátiles.
En
sexto lugar el capital riesgo da acceso a información interna de las empresas.
Cuando se invierte en capital riesgo, los gestores dan gran información sobre
la compañía. Dicha información, en un mercado organizado como los mercados
bursátiles, podría ser considerada como información privilegiada.
En
séptimo lugar, el capital riesgo tiene una dimensión ética ya que fomenta la
actividad empresarial y la innovación. El private equity sostiene a los
empresarios por medio de aportaciones de capital.
En
octavo lugar, el capital riesgo tiene una alta influencia sobre la dirección de
la compañía y sobre la implementación de estrategias. Los gestores de fondos de
capital riesgo buscan normalmente una participación activa en la dirección
estratégica de la compañía. Por ejemplo, puede ayudar a establecer un plan de
negocio, seleccionar a los altos ejecutivos de la empresa, presentar a
potenciales clientes o fijar una estrategia que implique una fusión o
adquisición.
Por
último, el capital riesgo puede ayudar a hacer un uso eficiente del
apalancamiento, especialmente en el caso de los buy-outs. En muchas
ocasiones, el capital riesgo hace que la deuda de la compañía esté mejor
organizada, tanto en tipos (deuda senior, deuda mezzanine...),
como en plazos, lo que ayuda a mejorar la rentabilidad de los fondos propios de
la empresa.
A
continuación se muestra un cuadro con las razones para invertir en capital
riesgo, anteriormente explicadas.
1. Buenos rendimientos a largo plazo.
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2. Retorno absoluto.
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3. Diversificación de carteras.
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4. La mayoría del PIB europeo es generado
por empresas no cotizadas.
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5. Exposición a pequeñas compañías.
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6. Acceso a información interna.
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7. Posibilidad de sostener a los
empresarios.
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8. Influencia sobre la dirección y sobre la
implementación de estrategias.
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9. Uso eficiente del apalancamiento.
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Como
se ha visto, existen muchas razones para invertir en capital riesgo, no
obstante, también hay tres aspectos por los cuales el private equity
puede no ser una buena inversión en determinados momentos o para algunos
inversores. En primer lugar la inversión en capital riesgo necesariamente tiene
que tener un horizonte de inversión a largo plazo. Las inversiones en capital
riesgo gozan de una baja liquidez.
En
segundo lugar, invertir en capital riesgo requiere muchos recursos,
especialmente si se compara con la inversión en acciones cotizadas, donde
seguir a un índice de referencia es bastante sencillo.
Por
último, los gestores de fondos de capital riesgo gozan de una gran libertad
para elegir donde invertir. El gestor, por tanto, tiene un grado mayor de
discrecionalidad que en los fondos tradicionales de renta fija o renta
variable.
Rafael Hurtado Coll
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