viernes, 26 de febrero de 2016

LA COMUNICACIÓN SE ABRE PASO EN LOS DESPACHOS COMO ELEMENTO DIFERENCIADOR


·         En los últimos años, la comunicación en los despachos ha evolucionado y comienza a verse como una cuestión estratégica de las firmas y como una herramienta para impulsar la reputación de los bufetes.

Hace algo más de una década, hablar de comunicación en los despachos de abogados parecía algo, cuando menos, poco común. La mayor parte de los bufetes, salvo honrosas excepciones, no sólo no contaban con un departamento de comunicación, sino que ni siquiera se lo planteaban, ni percibían la necesidad de cubrir este frente dentro de sus organizaciones. Poco a poco empezaron a hacerlo, pero sin considerarlo un área estratégica para el despacho y, con frecuencia, poniendo al frente de estos departamentos a profesionales ajenos al mundo de la comunicación.
Varios lustros después, parece que la situación ha cambiado notablemente. Aunque la comunicación en el sector legal sigue teniendo menos fuerza que en otras industrias, lo cierto es que la creciente concienciación sobre la necesidad de contar con algún tipo de estrategia en este terreno va en aumento.
El entorno también ha contribuido. En estos últimos años, la aparición de redes sociales, tecnología y campañas de publicidad han provocado cambios estratégicos en un sector en el que hablar de clientes estaba prohibido, mientras que ahora ya es visto como una herramienta clave dentro del material promocional de la firma. No obstante, el mercado jurídico en España es todavía mucho más conservador que en el mundo anglosajón.
LA PERSPECTIVA DE LOS DESPACHOS
¿Cómo es y cómo debería ser esta comunicación?, ¿ha evolucionado realmente?, ¿son innovadores los despachos en este ámbito? Y, en definitiva, ¿creen realmente en la comunicación como una herramienta útil para posicionar su firma y llegar a sus stakeholders? Hay opiniones para todos los gustos, como se pudo comprobar recientemente en una mesa redonda organizada por Esade y la Fundación Wolters Kluwer. El encuentro, que logró congregar a un importante número de profesionales de la comunicación de los despachos, fue inaugurado de la mano de José María de Areilza, profesor ordinario de ESADE Law School (URL) y titular de la Cátedra Jean Monnet-ESADE, y José Mª Michavila, presidente del Consejo Asesor de Wolters Kluwer España. Eugenia Navarro, consultora especializada en marketing jurídico y profesora asociada del Departamento de Derecho en ESADE, se encargó de moderarla.
El primero en tomar la palabra fue Borja Martínez- Echevarría, socio de Pérez+Partners, que trabajó durante años como periodista jurídico. En su exposición, señaló que la evolución de los despachos en materia de comunicación en esta última década no ha sido tan grande y considera que “se ha ido bajando el listón, enfocándose a otras áreas de potenciales clientes”. Respecto a los medios especializados en información jurídica, incidió en que “el papel sigue teniendo importancia”, frente a los contenidos digitales.
No opina lo mismo Dionisio Uría, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Uría Menéndez. A su modo de ver, la comunicación “ha cambiado y mucho” porque ahora se entiende como una “función estratégica”, aunque señala que le gusta más “hablar de relaciones públicas y relaciones con los públicos de interés, que es un concepto mucho más amplio”. “La reputación es el activo más importante de una empresa y no es responsabilidad sólo del CEO y unos pocos, sino de todos aquellos que trabajan para la firma” explicó. En esta línea, recordó la célebre frase del fundador de Amazon, Jeff Bezos: “La reputación es lo que dicen los otros de ti cuando sales de la habitación”. “Es algo ajeno”, dijo, “la crean otros sobre nosotros y es, además, una cuestión emocional”. Y apuntó que se trata de un activo todavía más importante para una empresa de servicios profesionales que depende de la confianza en las personas y su credibilidad.
Uría también hizo hincapié en el hecho de que los servicios profesionales están cada vez más comoditizados, por lo que el valor añadido y la diferenciación se centran muchas veces precisamente en la reputación y la confianza que genera una firma, para lo que también es necesario el binomio de coherencia y consistencia.
Comunicación en el ámbito digital
Fernando Pastor, director de Comunicación y Marketing de Garrigues, se centró más en el ámbito de la comunicación en la esfera digital. “La capacidad de monitorización que te da Twitter sobre lo que la gente dice de ti es enorme, te da una foto mejor de lo que eres”, aseguró.
Eso sí, en este terreno de las redes sociales hizo una advertencia al público presente en la sala, entre el que se encontraban numerosos responsables de comunicación de los despachos: “Las redes sociales no las puede gestionar cualquiera, no lo puedes dejar en manos de terceros, las agencias externas deben limitarse a monitorizar, pero los contenidos deben estar a cargo de los responsables de comunicación”. Respecto a posibles crisis en las redes, reconoció que “en ellas los usuarios pueden tergiversar y hacer comentarios con un impacto brutal, pero precisamente por eso hay que estar”.
Sobre Facebook apuntó que, aunque es más complicado llegar a su público en esa red social, “no hay que olvidar que ahí tenemos a usuarios de 24 a 35 años que serán los futuros directivos”. Más pegas puso con Youtube, al señalar que puede ser peligroso estar ahí porque se puede perder la confianza del cliente: “Muchos despachos no quieren ver a sus abogados hablando en Youtube”. En este sentido, dijo que lo que hay que hacer es “estar, pero con imaginación y no limitándonos a grabar una charla de un abogado en una mesa con un ficus de fondo. Hay que crear contenido didáctico y útil para la gente y ser excelentes en lo que explicas”. En cuanto a Linked In, en su opinión esta es la red más apropiada para los abogados y auguró que será un espacio clave para los despachos en el futuro: “Aquí puedes crear marca personal, participar en grupos profesionales, algunos de ellos en privado, y acceder y compartir contenido de mucha calidad”.
Respecto a los contenidos que generan los despachos, en general, insistió en que la clave está en hacer las cosas con más originalidad, “contar a la gente cosas que no puedan encontrar en Google o en la Wikipedia”.
A todo ello añadió que “es importante posicionarte también en buscadores, hacer un buen SEO (Search Engine Optimization) sobre la página web y en redes sociales para posicionarte o incluso para evitar salir cuando no te interesa por algún motivo”. Asimismo, llamó la atención sobre la importancia de los ‘influencers’: “Un señor con un blog ya es un medio de comunicación”.
Por otro lado, Pastor explicó cuáles son las 3Cs que constituyen los pilares de un bufete: confidencialidad, confianza y credibilidad.
Patricia Razquin, responsable de Desarrollo de Negocio y Marketing en Allen & Overy, enfatizó en que, desde su punto de vista y tal y como lo han considerado en su despacho, “la innovación en la comunicación está en los contenidos y no en los canales”. En esta línea, afirmó que canales como Twitter no nos aportan especial retorno”. A cambio, dijo que “de momento la red social que más nos aporta es Linked In. Explicó que su estrategia para salir en los medios pasa por hacer informes sobre tendencias de mercado que puedan ser recogidos por los periodistas por su interés informativo y de ese modo convertirse en una fuente para este tipo de temas: “Innovamos en el contenido, pero seguimos usando las vías de comunicación tradicionales”.
Publicidad de los despachos
Durante el debate también salió a la luz el delicado tema de la publicidad de los despachos, en un contexto en que bufetes como Arriaga han inundado los medios con un único reclamo: recuperar el dinero de los afectados por prácticas abusivas de la banca. Sobre este aspecto, Dionisio Uría señaló que ellos no hacen publicidad, ni tienen previsto hacerla en el corto plazo, al tiempo que puntualizó que se trata de una cuestión que depende de la estrategia de negocio de cada despacho. Fernando Pastor también dijo descartarlo por el momento.
Eugenia Navarro, moderadora de la mesa redonda, señaló sobre este tema que ha habido un debate abierto al respecto porque una de las restricciones es no incitar al litigio. Además, aseguró que la publicidad es todavía muy escasa, prácticamente inexistente, y que, en todo caso, llegará más enfocada en atraer a clientes personas físicas, pero no para la abogacía de los negocios.
Finalmente, Borja Martínez- Echevarría negó que la publicidad que están haciendo ahora muchos despachos, apareciendo en los medios de comunicación o incluso con cuñas en la radio sea algo especialmente innovador: “Lo único que ha cambiado es que ahora se puede hacer”, concluyó.

Diario La Ley, Nº 8710, Sección Hoy es Noticia, 25 de Febrero de 2016, Editorial LA LEY

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