La ley vasca de 2015 que permitió apartar a los hijos en el testamento ha
provocado que las notarías reciban miles de peticiones. Tras entrar en vigor,
las asesorías recibieron un 25% más de consultas que el año anterior
El 3 de
octubre de 2015 entró en vigor la nueva ley de Derecho Civil Vasco (LDCV) en
toda la comunidad autónoma. “Sólo 24 horas después ya estábamos recibiendo
llamadas para cambiar los testamentos”, aseguran en la notaría Félix Ignacio
Torres Cía, de Vitoria. “Incluso los meses antes, cuando sólo había rumores, ya
nos estaban llamando para pedir información y resolver dudas”.
La
información y las dudas que durante aquellas semanas atendían en esta notaría
de la capital vasca tenían que ver con un apartado concreto de la nueva ley que
fue protagonista de los titulares de prensa: con la nueva norma es posible
dejar sin herencia a un hijo sin tener que dar explicación alguna. Los
teléfonos de las notarías de Euskadi se colapsaron.
“No tenemos
datos exactos de cuánta gente ha pedido información ni de cuántos han
modificado su testamento con la nueva ley", explican desde el Colegio de
Notarios del País Vasco. "Pero sí podemos afirmar que han sido muchos. Y
que durante este año, como mínimo, las consultas han sido el doble que antes de
entrar en vigor la ley”.
Arden los teléfonos de las notarías vascas
A falta de
datos, una ronda de consultas en forma de muestra informal por notarías del
País Vasco deja claro el revuelo que ha producido la nueva normativa. En la notaría
de Lorena Lamana, de Bilbao, aseguran que “ha venido gente a cambiar el
testamento en cuanto se han enterado, sobre todo gente mayor”. También en
Bilbao, desde otra notaría que prefiere el anonimato, afirman que están
haciendo más testamentos. "Los primeros meses tras la entrada en vigor de
la ley fueron muy movidos", aseguran. "La gente veía la noticia en la
televisión o lo leía en los periódicos, y nos llamaban”.
Lo mismo
sucedió en San Sebastián. En la capital guipuzcoana, la notaría Adánez recibió
“muchas más solicitudes que el año pasado”, una percepción que comparten en la
notaría José María Amurrio.
Pero, ¿en qué
consiste exactamente eso de desheredar a un hijo? Lo cierto es que, además de
un jugoso titular periodístico, la nueva ley del País Vasco permite dejar a dos
velas a un hijo sin mediar explicación. Técnicamente, y según explican desde el
Colegio de Notarios del País Vasco, se trataría de un “apartamiento”.
La ley vasca permite apartar a uno o más hijos de la herencia sin tener que
dar justificación alguna
En todos las
Comunidades Autónomas (excepto Navarra) a los descendientes les corresponden,
de forma legítima, dos tercios de la herencia. Si un padre quiere no dejar esta
legítima, deberá justificarlo con supuestos contundentes, como por ejemplo el
maltrato. La nueva ley vasca reduce esta legítima a sólo un tercio y añade una
novedad: se puede apartar de este reparto a uno o más descendientes (hijos o
nietos) sin tener que dar ninguna explicación. De este modo, uno o más hijos se
quedarían sin herencia.
¿Qué ocurre
si es hijo único sin descendencia? En este caso, la nueva ley vasca no permite
el apartamiento. Es decir, a esta persona le correspondería legítimamente un
tercio de la herencia y, si los padres quisieran desheredarlo, deberían acudir
a los supuestos que recoge el Código Civil.
Lo explica
con claridad Diego Granados de Asensio, decano del Colegio Notarial del País
Vasco y profesor de Derecho Civil de la Universidad de Deusto. “Los hijos
apartados no tienen derecho a la herencia ni a la legítima. Y no hace falta,
por parte de los padres, expresar motivo alguno, sino que simplemente los
aparta o no los menciona en su testamento. No mencionarlos implica que han sido
apartados”. En este caso, además, el hijo apartado no tendrá derecho a recurrir
la decisión.
Falta de relación o problemas
La mayoría de
casos que los expertos se están encontrando no tienen tanto que ver con
enfrentamientos familiares sino con pérdidas de relación y distanciamiento. “Lo
que más nos encontramos es con padres que hace años que no tienen contacto con
sus hijos o nietos, bien porque se han ido a vivir a otra parte o bien porque
han tenido algún problema y se han distanciado", explican en una notaría
de San Sebastián. "En estos casos, los hijos pasan a ser casi como
extraños. Y no quieren dejar sus bienes a extraños”.
Diego
Granados también ha vivido, en su propia notaría, otros ejemplos. “La verdad es
que hemos tenido motivos de todo tipo, pero los más frecuentes, los que más
llevan a los padres a apartar a algún hijo, tienen que ver con el alcoholismo,
la drogadicción, la ludopatía y problemas similares. No quieren dejarles dinero
porque saben que se lo gastarán en esto. Y es una desgracia, la verdad”.
La ley
también incluye una modificación, podría decirse, en sentido inverso. Con la
norma vasca, el heredero no responde de las deudas de la herencia más allá del
valor de lo heredado. En el Código Civil que rige en la mayor parte de España,
el heredero responde de las deudas de la herencia con sus bienes propios, salvo
que acepte la herencia a beneficio de inventario.
Empadronarse para desheredar
Las notarías vascas reciben numerosas llamadas de vecinos de otras
Comunidades que quieren empadronarse para acogerse a la ley
Varias
notarías de distintas ciudades vascas recalcan que, desde que entró en vigor la
nueva ley, han recibido numerosas llamadas vecinos de Aragón, Cantabria, La
Rioja o Castilla y León para solicitar información. “Incluso", comentan en
una notaría de Vitoria, "nos han preguntado la manera de empadronarse aquí
para acogerse a la ley”.
La
experiencia de las notarías vascas permite intuir que la posibilidad de apartar
a uno o más hijos de la herencia despierta interés. Desde Legálitas, la abogada
Sara García, explica que, en principio, empadronarse “es suficiente para
acogerse a la ley, pero debe también haber un cambio de vecindad".
"Si alguien se empadrona y no vive ahí, es fácil demostrarlo", añade.
"Y quedaría sin efecto el poder acogerse a la ley vasca”.
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