- ¿Cuáles han sido las principales novedades en cuanto al uso de la tecnología por los abogados en 2016? El experto abogado y bloguero norteamericano Bob Ambrogi ha recogido un año más las más relevantes.
Carlos Fernández Hernández. ¿Cuáles han sido las principales novedades en cuanto al uso de la
tecnología por los abogados en 2016? El experto abogado y bloguero
norteamericano Bob Ambrogi ha recogido un año más las más relevantes.
Previamente, y para situarnos en contexto, veamos un pequeño repaso de
las novedades de los últimos años, que evidencian lo rápidamente que ha
evolucionado este sector.
En 2013 destacó la superación del recelo que los abogados sentían por la
tecnología, que se tradujo en su rápida adscripción al almacenamiento en la
nube y a la generalización del uso de las redes sociales por los despachos, sin
olvidar la preocupación por la seguridad de la información. Además, aparecieron
las primeras exigencias deontológicas de competencia tecnológica a los
profesionales del Derecho en los EEUU y el “descubrimiento” de la importancia
de la tecnología por las escuelas de Derecho.
En 2014 se apreció la aceptación y generalización del uso de la tecnología
por los abogados, incluyendo algunos cambios en la práctica legal debido a su
uso, apareciendo los primeros “legal
hackers” o expertos legales en informática y la celebración de los primeros
hacketon legal (ferias independientes de innovación tecnológica legal). En el
ámbito legal se detectó un aumento de la encriptación de la información, a fin
de protegerla.
2015 por su parte, asistió a una vuelta del concepto de inteligencia
artificial aplicada al derecho en ámbitos como la analítica legal o el
denominado Technology-Assisted Review o revisión documental tecnológicamente
asistida, o E.discovery, fundamental para poder profundizar en los enormes
volúmenes de información disponibles en algunos procedimientos judiciales. Esto
dio lugar a un aumento de las exigencias de competencias tecnológicas de los
abogados. Como llamativo detalle, este año se anunció también un proyecto para
digitalizar por primera vez e íntegramente los fondos de la principal colección
jurisprudencial norteamericana, la de la Universidad de Harvard, hasta entonces
solo disponible en varios centenares de tomos.
Y en 2016 Ambrogi destaca:
1. La penetración real de la inteligencia artificial en el sector legal
Si en 2015 pudimos conocer el lanzamiento de una start-up como ROSS
intelligence, basada en la tecnología cognitiva Watson de IBM, y el crecimiento
de otras como Premonition, orientada al desarrollo de potentes sistemas de
búsqueda legal, en 2016 hemos visto la presentación de nuevos proyectos como el
de Thomson Reuters (también basado en la tecnología de IBM Watson y actualmente
en fase de beta, hasta su previsto lanzamiento a mediados de 2017), o el
acuerdo entre Deloitte y Kira Systems para desarrollar una tecnología de IA
orientada a la revisión de contratos o al lanzamiento de un portal de
“autoservicio legal de IA” donde las firmas pueden configurar tareas de IA a su
medida.
2. Incorporación de programas conversacionales (Chatbots) al ámbito
jurídico
Partiendo de la evidencia de que el mejor interfaz de usuario es una
conversación, los programas que intentan seguir un esquema de conversación con
el usuario para prestarle ayuda, están llegando al sector legal.
Programas como DoNotPay o LegallyInc para recurrir multas de aparcamiento,
Docubot, para ayudar a generar documentos legales, u otros destinados a prestar
asistencia legal a gente sin hogar o, más recientemente, el programa
desarrollado por un grupo de estudiantes de la Universidad de Cambridge para
ayudar a víctimas de delitos a valorar sus opciones de actuación legal, son
nuevos pasos en este camino.
Y a pesar de que se trata todavía de desarrollos rudimentarios, se
encuentran en la vanguardia de una tecnología que se prevé va a conocer rápidos
avances en los próximos dos años.
3. Aumento de las startup de tecnología legal
En los últimos dos años hemos asistido a una multiplicación del número de
estas nuevas empresas dedicadas a proveer de recursos tecnológicos al sector
legal, que han visto triplicada su presencia en el mercado (dependiendo del
sistema de cómputo, su número oscila entre las más de 600 o casi las 1.300).
Este notable aumento está contribuyendo a la innovación y a la variedad de
soluciones tecnológicas disponibles en el mercado, lo que solo pude
beneficiarle.
4. Mayor presencia de herramientas de analítica legal
En el mundo jurídico es cada vez más frecuente que el abogado deba
enfrentarse a enormes volúmenes de información a la hora de encargarse de un
caso. De ahí la necesidad, sobre todo en el mercado anglosajón, de disponer de
herramientas que le permitan la identificación de los datos más relevantes para
optimizar su conocimiento del mismo, identificar patrones y relaciones y
definir la estrategia a seguir (las tecnologías conocidas como E-discovery o
Technology assisted Review TAR).
En este sentido, en 2016 hemos conocido la adquisición de la plataforma de
análisis Lex Machina por LexisNexis. Si bien este sistema estaba inicialmente
optimizado para litigios sobre propiedad intelectual, en los últimos meses
también se ha adentrado en temas como seguros y antitrust.
Así mismo Bloomberg Law present su herramienta Litigation Analytics para
facilitar el información sobre actividad de abogados y tribunales en tribunales
federales. Ymuy recientemente Ravel Law ha lanzado su Court Analytics,
destinado a poner a disposición de sus usuarios herramientas de análisis a los
tribunales.
5. Herramientas para facilitar el acceso a la Justicia (A2J)
Aunque la idea de utilizar herramientas electrónicas para facilitar el
acceso a la Justicia no es nueva, 2016 ha conocido, al menos en los Estados
Unidos un importante impulso de la mano de iniciativas como el informe de la
ABA sobre el futuro de los servicios legales (Report on the Future of Legal
Services in the United States) que prestó apoyo inequívoco a esta
iniciativa, así como por el acuerdo entre Microsoft, Legal Services Corporation
y y Pro Bono Net para crear un proyecto piloto de acceso a la justicia, de
ámbito de cada estado, llamado a servir de modelo para un desarrollo a nivel
nacional.
6. La IoT como nueva oportunidad de negocio para las firmas
Como indica Ambrogi, frecuentemente el mejor sistema para predecir las
tendencias de negocio en la abogacía es analizar los grupos de trabajo
existentes en las grandes firmas. Si estiman que puede existir oportunidad de
negocio en torno a un tema, crearán un grupo de especialistas sobre el mismo.
Y eso es exactamente lo que está ocurriendo con la Internet de las cosas,
el cada vez mayor conjunto de objetos conectados a través de internet. Firmas
como DLA Piper; Morris, Manning & Martin; and Paul Hastings están creando
áreas de trabajo específicamente dedicadas a esta materia que combina
tecnología y derecho.
Pero no solo eso, la IoT se está convirtiendo también en una materia o
ámbito legal por sí misma, capaz de poner en marcha, trazar y dar por cumplido,
en combinación con otras herramientas como Blockchain y contratos inteligentes
o Smart contracts, determinados tipos de transacciones comerciales.
Además la IoT está revelando su potencial como element de prueba o de
investigación en procedimientos judiciales..
7. La exigencia de competencia tecnológica a los abogados
Como hemos adelantado anteriormente en el Diario La Ley, cada vez son más
los colegios de abogados estatales que están exigiendo a sus miembros la
acreditación de un nivel adecuado de competencia tecnológica para ejercer su
profesión.
A finales de 2016 ya son más de 25 los Estados que exigen esta
acreditación. El último ha sido Florida, pero todo parece apuntar a que no será
el último.
8. La digitalización del reportorio de jurisprudencia
Aunque pueda resultar sorprendente, un país tan tecnológicamente avanzado
como los Estados Unidos no disponía de una versión digital de la totalidad de
su jurisprudencia.
Hasta la fecha, la fuente de referencia para la consulta de estos
materiales era la colección de la Universidad de Harvard.
Pero un proyecto emprendido con la consultora Riverlaw ha permitido
afrontar un proyecto del que se espera, además de la digitalización de este
acervo jurisprudencial, poder obtener una gran volumen de información
interrelacionada, tendencias judiciales por tribunales y fechas, etc.
9. Las compañías de servicios legales a coste fijo
En 2016 una compañía de servicios legales llamada Avvo revolucionó el
sector legal norteamericano al ofrecer servicios de asesoría jurídica, de
alcance limitado, a un coste fijo, a través de una red de abogados.
Posteriormente ha ampliado el servicio a cumplimentación de formularios sobre
temas de familia, societarios o inmobiliarios.
Esta acción, ya implantada en 18 Estados de la Unión, ha recibido numerosas
críticas del sector profesional legal de ese país, que lo considera contrario a
las normas internas sobre competencia.
Quizás esta novedad suene extremadamente innovadora en un país tan sometido
a altísimos costes de asistencia jurídica como los Estados Unidos, pero quizás
no tanto en España, donde varias compañías de este tipo llevan algún tiempo
obteniendo buenos resultados. Pero en los EEUU no todos los abogados están
abiertos a este tipo de innovación.
10. Y, siempre, la seguridad de la información
2016 se ha caracterizado por ser el año de los grandes sustos sobre
seguridad de la información para despachos e instituciones. Desde el sonado
“robo” de información de un conocido bufete panameño, al ataque, de probable
origen chino, a las redes de comunicaciones de grandes firmas norteamericanas,
al ataque a los servidores del Partido Demócrata.
Y no solo eso, también se han conocido casos de secuestro de información
vía ransomware. O de algún despacho demandado por no proteger adecuadamente la
información confidencial de sus clientes.
Lo que les ha sucedido a estas instituciones puede sucederle a cualquier
otro despacho que no tome las medidas adecuadas.
Y resulta que según una reciente encuesta del Consejo de la Abogacía
norteamericana, la ABA solo un 38% de los despachos dispone de medidas de
seguridad adecuadas para proteger su información. La mayoría se limitan al
empleo de filtros de spam o de algún software anti espías.
Como concluye Ambrogi, quizás 2017 sea el año en el que los despachos de
abogados empiecen a tomarse en serio la seguridad de la información que
manejan.
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