En el
análisis de las tendencias podemos encontrar numerosas situaciones en las que
la ruptura de una línea de tendencia no significa que el valor se dirija al
alza o a la baja inmediatamente, o que se produzca un cambio de tendencia, sino
que puede transcurrir un tiempo en el que los precios se muevan en una
tendencia lateral o se originen movimientos al alza o la baja más suaves.
En estos
casos, una vez rota una línea de tendencia, se puede trazar otra nueva con
menor inclinación a partir de un nuevo soporte (en una tendencia alcista) o
resistencia (en una tendencia bajista) formados una vez rota la línea de
tendencia anterior.
Así, se
pueden dibujar líneas de tendencia o de abanico que se van aplanando;
entendiendo, en general, que una vez rota la tercera línea de tendencia, la más
plana, proporciona la última señal de confirmación de que la tendencia anterior
ha finalizado.
Resulta más
habitual encontrar la posibilidad de trazar líneas de abanico al final de
tendencias bajistas que al final de tendencias alcistas, puesto que los cambios
de tendencia alcista a bajista suelen ser más bruscos que los cambios de
tendencia bajista a alcista, los cuales suelen ser más lentos y pausados.
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