La
Administración tendrá que pagar 6 millones de euros al expropietario de una
finca en Cuenca donde se encuentra un mosaico del Imperio Romano que el
Ayuntamiento expropió a cambio de 7.500 euros.
Calificada
como la Pompeya Española, la Villa Romana de Noheda, en Cuenca, está a
punto de escribir un capítulo más en su milenaria historia. Una comisión
especial de valoración acaba de decidir que la Administración deberá pagar al
antiguo propietario de la finca en la que se encuentra este yacimiento una
compensación de seis millones de euros por la expropiación del terreno (y su
contenido histórico), frente al intento del Ayuntamiento de Villar de Domingo
García de hacerse con la parcela a cambio de 7.500 euros.
Aunque
las primeras piedras del yacimiento se descubrieron por casualidad, mientras se
araba la tierra, en la década de los ochenta, el mosaico no apareció hasta hace
poco más de una década. Pocos sospechaban entonces que se trataba de uno de los
mosaicos figurativos de época romana más grandes y mejor conservados del mundo.
Y, aunque muchos dirían que su valor era incalculable, el debate estaba
servido. La Administración estaba dispuesta a pagar unos pocos miles de euros,
mientras que los especialistas hablaban de millones.
La
familia propietaria de la finca intentó negociar con el Gobierno de Castilla-La
Mancha y el Ayuntamiento local la donación del yacimiento a cambio de
constituir una fundación con el nombre del propietario y un puesto de carácter
vitalicio en el patronato para él y sus herederos.
Pero
las negociaciones no prosperaron. En 2013, tras ser declarado el yacimiento
como bien de interés social, se inicia el proceso de expropiación forzosa de la
finca. Sin embargo, el Ayuntamiento de la localidad sólo incluye en la relación
de bienes enajenados la parcela, pero no el yacimiento arqueológico, en
general, ni el mosaico, en particular.
Valorando
únicamente la finca, el propietario recibiría sólo 7.500 euros, por lo que
recurrió la decisión, dando así comienzo a una batalla legal que ahora podría
llegar a su fin, siempre y cuando el Consistorio de Villar de Domingo García no
recurra el acuerdo adoptado por la comisión especial de valoración auspiciada
por el Instituto de España. En esta resolución, se informa de que la
compensación al antiguo propietario de la finca debe ser de seis millones de
euros.
Si
bien el valor de este conjunto histórico puede alcanzar los 50 millones de
euros, según algunos expertos, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos establece que la compensación
"debe acercarse al valor razonable de mercado",
Cuando
existe un interés justificado, algo que ocurre prácticamente siempre que un
bien es declarado de interés público, un particular no puede oponerse a una
expropiación forzosa, pero sí tiene derecho a recibir el cien por cien del
valor de la expropiación del terreno, incluyendo su contenido. Por otra parte,
la Ley de Patrimonio Histórico establece un premio del 50% del valor para
hallazgos de este tipo, siempre y cuando se informe a la Administración en un
plazo de 30 días desde el descubrimiento.
Cómo conseguir un
precio justo
- Cuando se descubre un tesoro arqueológico por casualidad, hay que comunicarlo inmediatamente a la Administración competente. Como autoridad local, el Ayuntamiento es una de las mejores opciones por cercanía y accesibilidad.
- Esta comunicación es imprescindible para recibir lo que se conoce como 'premio', es decir, el 50% del valor del hallazgo.
- Cuando existen indicios previos y se realiza una investigación, la Ley de Patrimonio Histórico establece un plazo de 30 días para informar sobre el descubrimiento.
- Si el bien es declarado de interés público, la Administración puede iniciar una expropiación forzosa, a la que un particular no puede oponerse.
- El dueño de los terrenos tiene derecho a recibir una compensación justa, incluyendo el contenido de los terrenos e incluso los futuros hallazgos que puedan producirse.
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