La jerga utilizada habitualmente por los analistas del mercado bursátil
puede desorientar a los pequeños inversores
No pocos
pequeños ahorradores apostaron en su momento por el mercado bursátil. Eran
tiempos en que las cotizaciones subían de forma imparable. Como es sabido, la burbuja
se desinfló y llegó el momento de analizar la nueva situación. Pero la jerga
empleada por los analistas no ayudaba a ello. Caballeros blancos y caballeros
negros. Horas brujas. Banderas. Collares. Acciones de oro. Pipos. Jumbos.
Repos. Chicharros... Todas son palabras con un significado claro según la Real
Academia Española. Sin embargo, se utilizan en los mercados de forma peculiar
para definir valores, operaciones bursátiles, cotizaciones... Es éste un breve
diccionario para no perderse.
Un pipo puede ser un ave trepadora o un botijo. Pero en la jerga financiera
equivale a un punto básico, a una centésima de punto
'Barrer el mercado' es una forma de operar que utilizan los grandes
inversores para comprar paquetes de acciones sin que suba su precio
De lo que es
la noche poco hay que explicar. Pero cuando uno oye que a una empresa le han
bajado su rating (calificación) ocho noches puede que no entienda
nada. Y es que, en este caso, noche equivale a escalón o nivel en el argot de
las empresas que se encargan de valorar la salud financiera de las empresas que
piden a los inversores dinero prestado.
En Bolsa se cantan
las posiciones. No se entona ninguna música; simplemente se da información
sobre la oferta y la demanda que hay sobre un determinado valor. Hay incluso
operadores que dan la profundidad de
una posición, es decir,
te dan una información aún más precisa sobre la oferta y la demanda que el
mercado registra sobre un tipo de acciones concretas. Y cuando no hay ni oferta
ni demanda, no se cruzan operaciones, simplemente se dice que el mercado
está matado.
No es extraño
leer en la prensa que el Gobierno ejercitará su acción de oro. En
absoluto se hace referencia a que el Ejecutivo piense vender una acción de este
metal precioso. En realidad, este término se emplea en la jerga financiera
cuando el Estado, al privatizar una sociedad pública, se reserva el derecho de
vetar o controlar algunas de las decisiones que los nuevos gestores puedan
querer tomar en la compañía ya privatizada.
De acordeones y banderas
Aunque nadie
duda que un acordeón es un instrumento musical, una operación acordeón
es algo totalmente distinto. Se trata de, normalmente en empresas en mala
situación financiera, combinar una reducción de capital con una posterior
ampliación de capital, que proporcionará dinero nuevo a la empresa.
Según la Real
Academia Española, una bandera es una tela de forma comúnmente rectangular, que
se emplea como enseña o señal de una nación, una ciudad o una institución y,
sin embargo, una bandera es también una de las figuras típicas del
análisis chartista (análisis de gráficos bursátiles). Está formada por
una rápida subida de precios que da lugar al mástil de la bandera y un
triángulo posterior formado por oscilaciones en las cotizaciones arriba y abajo
que forman el paño de la enseña.
Ni siquiera
existe como tal término, pero en la Bolsa española hay barandilleros
(que no banderilleros) que hacen referencia a los inversores que asisten a las
sesiones bursátiles e intervienen en sus operaciones desde la barandilla que
rodea al parqué.
Quitar del
suelo con la escoba el polvo o la basura es lo mismo que decir barrer. ¿Se
puede barrer el mercado? Pues sí, aunque no tenga nada que ver
con dejarlo limpio. Barrer el mercado es una forma de operar en Bolsa
que suelen utilizar los grandes inversores para comprar importantes paquetes de
acciones de una determinada sociedad, sin que suba su precio.
Y si cuando
se habla de barrer, casi siempre aparece la palabra basura o, lo que es lo
mismo, suciedad, ¿por qué a unos bonos se les llama bonos basura? Pues
reciben este nombre los bonos que ofrecen una muy alta rentabilidad por el
también elevado riesgo que presentan.
Un caballero
es un hombre gentil, pero ¿un caballero blanco? Éste es el nombre que
recibe en la jerga bursátil la persona que acude en ayuda de una empresa que es
objeto de una OPA hostil (alguien intenta sin su consentimiento adquirir su
empresa), lanzando una contra OPA (otra oferta de compra de acciones) a un
precio superior para neutralizarla.
Y lo mismo
que hay caballeros blancos, hay caballeros negros. No son otras
que las personas físicas o jurídicas que llevan a cabo una OPA hostil.
Pocas dudas
hay sobre qué son la cabeza y los hombros de una persona. Sin embargo, en el
análisis de gráficos bursátiles se habla de una figura hombro-cabeza-hombro,
que no es
otra cosa que una figura dibujada por la cotización de un valor en la que hay
tres montañas, una central más alta llamada cabeza y dos laterales más bajas
llamadas hombros, una antes y otra después de la cabeza. Se trata de una figura
bajista, que anticipa nuevos recortes de precios en el precio de esos títulos.
Como mucho,
calentar significa excitar o exaltar, pero en la Bolsa se calientan
valores. Es decir, se sube su precio (se propagan rumores, se compran un número
importante de estos títulos...) para, posteriormente, una vez que éste es lo
suficientemente alto, vender rápidamente. También se puede calentar a la
baja con el objetivo último de comprar a bajo precio.
Un chicharro
es un jurel, pero también, y aunque tal acepción no aparezca en el diccionario,
un chicharro es un valor que se negocia poco en Bolsa y que suele
registrar fuertes subidas y también fuertes bajadas.
Ahora que
estamos en pleno verano, las copas se pueden tomar en los chiringuitos
playeros, definidos como quioscos o puestos de bebidas al aire libre. Un chiringuito
financiero no es nada parecido: se trata de algunas seudo entidades
financieras cuyo funcionamiento es irregular y, en la mayor parte de las veces,
ilegal.
Según la RAE,
una persona colgada es alguien burlado o frustrado en sus esperanzas o deseos.
No está muy desencaminada esta acepción con la que se utiliza en Bolsa. Un inversor
colgado es alguien que ha comprado valores a los precios máximos y lo único
que puede recoger son pérdidas.
En el mercado
financiero, un collar es un instrumento financiero que se usa para
cubrir los riesgos de movimientos inesperados de los tipos de interés. En el
lenguaje habitual, un collar no es más que un adorno que ciñe o rodea el
cuello.
Hasta tres
posibles significados tiene la palabra crack.
Puede ser una
droga derivada de la cocaína, un deportista de extraordinaria calidad o un
caballo que destaca en las carreras. Y, sin embargo, en la jerga bursátil (y
hasta en el habla coloquial), un crack es un desastre financiero, una
caída vertiginosa de las cotizaciones de la mayoría de los valores de un
mercado de valores.
Cuidadores hay de
muchos tipos, pero cuando se habla en Bolsa de ellos se hace referencia a los
profesionales que se encargan de mantener la cotización de un título en unos
niveles predeterminados, dentro de lo posible.
Hablar de hora
bruja suele ser equivalente a hablar de hora mágica, pero cuando este
tiempo transcurre en Bolsa (suele producirse determinados viernes de cada mes)
suceden hechos, según los técnicos, de incomprensible rareza, que se traducen
en alzas o bajas injustificadas en los principales valores.
De Madrid a
París se puede ir en un avión Jumbo. Pero... en el mercado se emiten jumbos,
que no son más que empréstitos de gran tamaño.
Y de pipos y maquillajes
Maquillaje:
acción y efecto de maquillar o sustancia cosmética para maquillar. ¿Cuentas
maquilladas? Pues, también. Como dicen los expertos, se trata del aumento o
disminución de los datos financieros de una compañía para lograr transmitir una
determinada imagen (en general, mejor de la real).
No es una
palabra común, pero un pipo es un ave trepadora, de unos 12 centímetros de
longitud, con plumaje negro manchado de blanco, menos la parte inferior del
arranque de la cola, que es de color ceniciento, y la parte superior del lomo,
que es rojizo. Puede ser también un botijo. Y, aunque no figure en el
diccionario de la Real Academia, en las entidades financieras todos los días se
habla de pipos al hacer referencia a la rentabilidad de muchos títulos,
a la cotización de los tipos de interés... En el argot financiero pipo
equivale a punto básico o, lo que es lo mismo, a una centésima de punto.
Cuando se
habla de un repo, por ejemplo en una mesa de negociación de deuda
pública, tan sólo se hace referencia a las operaciones que sobre estos títulos
se cruzan con pacto de recompra. Sin embargo, repo es una palabra que procede
del mapuche repu, y que significa "arbusto americano de la familia
de las verbenáceas, especie de arrayán de gran tamaño, pues llega a alcanzar
seis metros de altura, con las hojas opuestas o alternas y aovadas, que llevan
una espina larga en su axila, flores solitarias moradas y drupas azules. De su
madera, que es muy dura, se hacía el palo con que, rozando con otro, sacaban
fuego los indios".
Contenido curado por Isabel Asolo (Community Manager) HERAS ABOGADOS BILBAO, S.L.P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario