El depósito bancario, tradicional producto estrella de
la industria para captar ahorro y fidelizar clientes, pierde brillo y se
desangra a medida que su retribución se hunde. Las familias y empresas
retiraron 72.052 millones de euros en el año que media entre los meses de
febrero de 2013 y 2014, y se observa un trasvase claro hacia cuentas a la vista
a pesar del interés de la banca por rentabilizar dicho ahorro con su atracción
hacia productos generadores de comisiones tales como son los fondos de
inversión o productos aseguradores.
En el
periodo indicado el patrimonio alojado por hogares y compañías en dichas
imposiciones menguo desde 511.542 a 439.490 millones o el equivalente a ceder
un 14,09%. Nunca había salido un porcentaje interanual tan abrumador de fondos
desde que el Banco de España inició la serie histórica a mediados de 2003. Ni
siquiera cuando la inquietud movió a hogares, pero sobre todo a
multinacionales, a retirar su dinero en pleno ataque especulativo a la deuda en
el verano de 2012, cuando el mercado jugaba a romper el euro y las dudas sobre
la salud de la banca española pesaban como una losa.
En aquel verano el volumen administrado por estos productos sufrió
un achique del 10,57% interanual, para alarma de la industria ante la
imposibilidad de levantar recursos a préstamo de otros bancos o con emisiones
de deuda, lo que cebó la guerra del extratipo, sofocada
por el Banco de España bajo amenaza de requerir mayor solvencia porque estaba
destruyendo márgenes del sector. El supervisor fulminó casi al instante los
depósitos con rentabilidades del 4% y desde entonces la oferta se ha ido
acoplando a un escenario de tipos de interés cercano a cero.
La
propuesta media del sector para captar dinero fresco con el depósito
tradicional a un año se situó por debajo del 0,50% el pasado mes de febrero. La
remuneración media se deslizó al 0,49% para ahorros de familias y en el 0,35%
en el caso de tesorería de compañías. La falta de atractivo está acelerando un
trasvase a cuentas a la vista, que si bien remuneran de media el 0,17% y 0,27%
a familias y empresas, respectivamente, y en muchas entidades no rentan nada,
tienen la virtud de que no inmovilizan el dinero durante meses y se encuentra
disponible al instante. En el mismo periodo comparado, la liquidez en cartillas
a la vista engordó en 61.591 millones de euros.
En
términos totales, el saldo en cuentas a la vista alcanzó en febrero cifras
récord, con 501.171 millones de euros. En contraste, el patrimonio administrado
en depósitos quedó en 439.490 millones, cifra que se aleja en 94.065 millones
de su techo en 533.555 millones coronado en junio del ejercicio 2011.
Por
tipo de clientes, el dinero de familias en cuentas subió un 13,31% o en 44.014
millones, hasta los 374.820 millones; mientras en depósitos salen 51.465
millones o el 12,1%, y quedan 373.859 millones. El proceso es más acentuado si
cabe en empresas: incrementan el saldo en cuenta en 17.577 millones o el
16,16%, en paralelo a un descenso del 23,88% -20.587 millones- en imposiciones
a plazo, hasta cerrar con 126.351 y 65.631 millones en sendos productos.
Sale caro captar recursos
Para
la banca es difícil mantener remuneraciones interesantes cuando puede ir a la
ventanilla del Banco Central Europeo (BCE) a solicitar recursos al 0,15%, sin
necesidad de devolver esos fondos en cuatro años, mientras certifique que se
aplican a prestar a clientes.
Existe
un segundo incentivo perjudicial para el consumidor y es que la presión de los
mercados para que la banca recupere rentabilidades sobre fondos propios (Roe)
del 10%, frente al 5% actual, empuja a las entidades a meter tijera en costes y
prescribir productos generadores de comisiones.
Una
hucha clara y fácil de utilizar la ofrecen los depósitos, donde el
abaratamiento de su factura se tradujo solo durante el pasado año en 9.400
millones de euros economizados por la operativa en España, que van directos al
margen. Si bien no es inmediato porque el ajuste en remuneraciones se traslada
a medida que van venciendo los plazos contratados y la imposición se renueva o
no, a intereses inferiores. Por efecto de este juego la retribución media de
los saldos vivos en depósitos ha disminuido de forma progresiva desde el 2,72%
alcanzado en 2012, en plena ofensiva con extratipos, al 1,28%
contabilizado en febrero pasado -doce meses antes aún era el 1,98%-.
Queda
espacio para ahondar en la disminución de los costes financieros para la banca
por esta línea de actividad, dado que las nuevas captaciones tienen lugar con
retribuciones inferiores al 0,54% promedio, pero es un cajón que comienza a
presentar síntomas de agotamiento.
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