martes, 28 de febrero de 2017

#DISRUPTIVO




Disruptivo es un término que procede del inglés disruptive y que se utiliza para nombrar a aquello que produce una ruptura brusca. Por lo general el término se utiliza en un sentido simbólico, en referencia a algo que genera un cambio muy importante o determinante (sin importar si dicho cambio tiene un correlato físico)
Por ejemplo: “La creación de la computadora personal fue algo totalmente disruptivo en la sociedad contemporánea”, “El ingreso de O’Hara fue disruptivo y dio vuelta el rumbo del partido”, “Muchos críticos consideran que este disco será el disruptivo que lleve al músico del plano local a la escena internacional”.
Una tecnología disruptiva es una innovación que genera la desaparición de productos o servicios que, hasta entonces, eran utilizados por la sociedad. La nueva tecnología aparece como un avance que hace que todo lo viejo resulte precario o inferior en cuanto a sus prestaciones. La computadora personal (ordenador personal) fue una tecnología disruptiva que hizo que la máquina de escribir quedara en desuso. Algo similar puede decirse sobre la telefonía móvil respecto a las cabinas de teléfonos públicos.
El uso del concepto es muy amplio y puede aplicarse a una persona (“Elvis Presley fue un disruptivo para la música contemporánea”), un año (“El disruptivo 1986 estableció un antes y un después en la carrera de Diego Maradona”), un objeto (“Creo que este chip será el disruptivo que marcará la nueva historia de los electrodomésticos”), etc.
Se conoce como descarga disruptiva a la descarga brusca que tiene lugar cuando la diferencia de potencial entre dos conductores eléctricos supera un cierto límite. Esta descarga puede advertirse por un chispazo que aparece acompañado por un ruido seco. El voltaje máximo que produce una descarga disruptiva recibe el nombre de tensión disruptiva.
Conducta disruptiva en la escuela
El concepto de conducta disruptiva, también conocido como disrupción, es muy común en el ámbito de la enseñanza obligatoria y, como se menciona en el primer párrafo, la familia de estos términos proviene de la lengua inglesa. Se trata de problemas que interrumpen una actividad o proceso, que impiden su desarrollo normal y, dependiendo del caso, sano.
Cada vez más, el trabajo de los docentes se ve obstaculizado por un accionar disruptivo por parte de los estudiantes, que no hace otra cosa que reflejar el creciente vacío que sentimos los seres humanos al enfrentarnos a la vida sin herramientas suficientes para comprenderla, sin objetivos a largo plazo, sin relaciones interpersonales profundas en las cuales apoyarnos para atravesar los momentos difíciles y para crear recuerdos felices.
Este comportamiento disruptivo de ciertos alumnos ocasiona diversas consecuencias, entre las cuales se encuentra el malestar del docente y su potencial miedo a volver al aula, así como un impacto negativo en el aprendizaje de los demás estudiantes. Una de las actitudes más comunes es el murmullo constante, que impide el correcto desarrollo de la clase ya que ensucia la información y genera estrés y frustración en el maestro.
Por otro lado, el mero ruido generado por el choque de los lápices y bolígrafos contra las mesas puede considerarse un comportamiento disruptivo si se hace de manera constante e irrespetuosa, sin consideración por el docente. Todos podemos tener momentos de aburrimiento, de dificultad para prestar atención, de cansancio que nos dificulte mantenernos despiertos, pero nada nos da derecho a entorpecer el trabajo de los demás; en el peor de los casos, deberíamos pedir permiso para retirarnos y dejar que el resto aproveche la lección.
Un consejo muy eficaz para superar con éxito este murmullo o ruido constante es no sólo no elevar la intensidad de la voz, sino disminuirla hasta que no sea posible la comprensión a menos que el bullicio desaparezca; ante una medida tal es común que los buenos alumnos colaboren con el docente para que se disipe el comportamiento disruptivo y se recupere el control de la clase.

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