En
España hay 439.000 viviendas nuevas vacías, una cifra que no asusta a los
inversores internacionales, que quieren venir hasta aquí para construir más
casas. "Existe mucho interés por parte de inversores estadounidenses y
asiáticos por comprar suelo en España para promover viviendas", asegura
Roger Maxwell, senior Advisor en el área de Transacciones para el sector
inmobiliario de EY.
Esto
es una importante novedad en el mercado, ya que "durante los 20 años que
llevo trabajando en el sector inmobiliario español, es la primera vez que el
capital internacional está interesado en suelo español para la promoción de
viviendas", explica Maxwell, que recuerda que antes de la crisis había
promoción con capital extranjero en otros sectores, pero en residencial la gran
mayoría era nacional.
La
estrategia que quieren seguir algunos de estos inversores es la de buscar
alianzas con promotores españoles para trabajar de forma conjunta, de modo que
ellos inyectan la mayor parte del capital y el promotor aporta el conocimiento
local.
De
hecho, algunos de los grandes fondos ya han logrado posicionarse en España,
como es el caso de Lone Star, que a través de Neinor Homes invertirá 1.000
millones este año en la compra de suelo y espera lanzar diez promociones y
vender más de 2.000 viviendas.
Mercado para todos
Con
cifras de estas magnitudes es fácil pensar que el país se encamina hacia otra
burbuja inmobiliaria, sin embargo, Maxwell asegura que en España hay suficiente
mercado para que se realicen nuevas promociones de viviendas. Eso sí, advierte
de que "hay que tener cuidado para que no se genere una sobreoferta de
suelo y de construcción de nuevo producto. Este será precisamente un reto para
el país, que tiene que controlar hasta qué punto abre el grifo de la oferta de
suelo". Así, Maxwell apunta que se puede promover, pero "con un
cierto ritmo y con un tipo de producto específico". De hecho, "en
España hay mucho suelo, pero que sea de calidad y que se pueda promover a corto
plazo no hay tanto", aclara.
De
cualquier modo, tanto las promociones que se vayan a poner en marcha, como las
construcciones que se terminaron antes de la crisis, podrán encontrar usuarios
dispuestos a comprarlas, ya que actualmente existen dos tipos de demanda.
Por
un lado, están los compradores que buscan el mejor precio. Estos tendrán que
adquirir inmuebles levantados antes de la crisis, en zonas de periferia o poco
pobladas. Por otro, existe una demanda más exigente, principalmente
internacional, que estará más enfocada a las nuevas promociones en la costa.
Este tipo de clientes está dispuesto a pagar más dinero, pero por viviendas que
estén hechas a su gusto y con unos estándares de calidad altos.
"Estos
inversores son mas exigentes que antes de la crisis y por eso las nuevas
promociones tienen sentido, ya que pueden resultar más rentables que adaptar
las viviendas ya existentes a las necesidades de los nuevos compradores",
señala.
Auge de la vivienda
vacional
De
momento, el mercado residencial está reflotando en ciudades como Madrid o
Barcelona, pero Max- well advierte de que "hay que mirar hacia la costa,
porque la demanda para vivienda vacacional existe."
En
este sentido, los compradores europeos son los más activos, aunque también
fuera de Europa hay potenciales compradores.
Los
inversores asiáticos también han visto la oportunidad en este mercado, y ya
están empezando a comprar suelos para desarrollar algunos proyectos.
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