A falta de un mes para conocer cuántas casas se
vendieron en 2015 según las escrituras remitidas a los registros de la
propiedad, esta mañana el Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo público
que en noviembre fueron 28.733, un 13,7% más que en idéntico periodo de 2014.
Así, la estadística continuó un mes más, y ya van 15 seguidos, reflejando que
la mejora económica global sigue trasladándose al mercado inmobiliario.
De enero a noviembre se vendieron un total de
326.507 viviendas, lo que significa que si en el último mes del año se
mantuviera el ritmo del segundo semestre de 2015, el ejercicio finalizará con
más de 350.000 casas transmitidas, lo que representa volver a niveles de 2011,
cuando se vendieron casi 360.000 viviendas, justo antes de que arreciara la
crisis económica y financiera global.
En cuanto al detalle de los números, pocos cambios.
Tal y como informó el INE en su nota de prensa, el 90,4% de las viviendas
transmitidas fueron de precio libre, frente a un 9,6% de protegidas (VPO). Las
operaciones de las primeras crecieron a un ritmo del 14,1%, mientras el de las
de VPO lo hicieron al 10,2%. Por tipología en función de su antigüedad, los
inmuebles usados siguen copando la inmensa mayoría de las transacciones. De
hecho, el 80,5% de las compraventas correspondió a casas de segunda mano,
mientras el 19,5% restante fue de pisos de nueva construcción.
Regreso de las grúas
En este sentido, uno de los hitos que volvió a
repetirse en noviembre fue cómo las operaciones de casas usadas volvieron a
crecer a tasas de más del 30% anual frente al desplome que un mes más
contabilizaron las transacciones de viviendas de nueva construcción (-25,7%).
Este fuerte contraste tiene una fácil explicación.
Por un lado, algunas de las viviendas que en los registros se contabilizan como
usadas, en realidad son a estrenar. El problema es que ya es la segunda
transmisión que pesa sobre ellas (el promotor que las construyó quebró y se las
vendió al banco) o incluso tienen una antigüedad superior a dos años desde que
obtuvieron la licencia de primera ocupación, pero no habían sido vendidas hasta
ahora. Al contar con más de esos años de construcción, pasan a ser consideradas
como usadas.
También son menos las compraventas que se suscriben
sobre casas nuevas por una consecuencia lógica de la crisis: la edificación se
desplomó en cuanto se frenaron las operaciones. Y porque una vivienda nueva no
se escritura ante notario y, a continuación, llega al registro hasta que la
obra se termina y se entrega al propietario.
No obstante, el regreso de las grúas para el inicio
de nuevas promociones allí donde más se ha absorbido el stock poco a poco
empezará a estrechar esa diferencia con el porcentaje de casas de segunda mano
vendidas. Por comunidades autónomas, las ventas inmobiliarias aumentaron en
todas en términos anuales menos en Galicia, donde disminuyeron un 8,7% anual y
en Navarra, donde se derrumbaron un 24,3%.
Los principales expertos del sector sostienen que
este año que acaba de iniciarse será el de la normalización para el mercado
inmobiliario, sobre todo, teniendo en cuenta que ya en aquellos lugares donde
las ventas llevan meses marcando fuertes incrementos los precios de los pisos
han dejado de bajar. Incluso en aquellas zonas con cierta escasez de oferta,
las casas ya se venden hoy más caras que doce meses atrás.
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