Gamificación o gamification
es un término relativamente nuevo todavía. Esta emergente práctica empresarial
consiste en “el uso de elementos de juego y técnicas de Game Design en un
contexto no lúdico”. Es decir, utilizar los recursos de los juegos para
trasladar estas experiencias a otros ámbitos como pueden ser el marketing,
recursos humanos, salud, educación, etc.
En estos ámbitos gamificados
el objetivo o el fin no es el juego. El juego es el medio, nunca es el fin. Esa
es la gran diferencia respecto a los videojuegos. Con la gamificación, el juego
se utiliza como motivación para conseguir un propósito que va más allá de la
experiencia del juego en sí; ya sea engagement de clientes, mejora de la
productividad dentro de la empresa, cambio de hábitos de grupos sociales, etc.
¿Cuáles son los elementos de
un juego?
Los elementos del juego son
muy variados y pueden cumplir funciones muy distintas. Una de las funciones
principales de estos elementos es el establecimiento del principio de
recompensas. Gracias a elementos como puntos, niveles, premios, etc.
incentivamos a los usuarios a realizar ciertas acciones que nos interesan; ya
sea que utilicen nuestra web, creen contenido para nosotros o adopten nuevas
costumbres.
Pero no basta con darles
premios, también se necesitan ganchos que les motiven a seguir jugando. Ahí
entran en juego otros elementos como las barras de progresión o rankings. Crean
un modelo competitivo que funciona como motivación más allá del propio premio.
Ver cómo vamos mejorando o cuanto nos falta para estar en el TOP 10 hace que
nos esforcemos más por avanzar, dedicándole más tiempo al juego (y a la marca).
Y es que para muchos usuarios no hay mejor premio que ser los primeros.
Los elementos de funciones
sociales, sin embargo, hacen que los usuarios interactúen entre ellos
compartiendo la experiencia del juego con elementos como avatares, comentarios
o incluso chats. Para algunos usuarios resulta imprescindible poder
intercambiar impresiones y vivir el juego como una experiencia más cercana,
personal y propia. Además, también podemos recompensar que los usuarios
compartan sus experiencias fuera del juego, conectándose a través de sus redes
sociales por ejemplo. Eso hace que nuestro contenido se viralice y llegue a una
mayor audiencia que quizás pase a convertirse también en usuario, y más tarde
en cliente.
La teoría Bartle: Los 4 tipos
de usuarios
Vemos por lo tanto que los
usuarios tienen intereses y motivaciones que pueden variar entre sí. Es
importante conocer qué tipo de usuarios predominan en nuestra Web para escoger
correctamente las estrategias que utilizaremos para retenerlos.
El principal modelo de
segmentación de jugadores fue desarrollado por Richard Bartle. Basándose en los
comportamientos de los usuarios de juegos MUD (multi-user dungeons) estableció
cuatro tipos de usuarios en gamificación:
-Triunfadores: Son aquellos
usuarios que entran de cabeza en el principio de recompensas. Su objetivo
principal es resolver retos y recibir premios. Si aumentamos los retos y los
premios, los estaremos reteniendo.
-Exploradores: Quieren
explorar la plataforma y descubrir todas las opciones que el sistema les
ofrece. Cuanto más complejo sea el esquema y entorno del juego más tiempo se
quedarán con nosotros.
-Sociables: Son aquellos
usuarios para los que las funciones sociales del juego son más importantes que
el juego en sí. Facilitándoles perfiles de usuarios completos y sistemas de
comunicación entre ellos haremos que se queden más tiempo.
-Competidores: Para estos
usuarios el objetivo principal es la competición. Ganar al resto de usuarios se
convierte en su principal motivación. Con elementos como rankings, barras de
progresión, etc. conseguiremos aumentar su motivación.
¿Qué son las técnicas de Game
Design?
Una buena aplicación de
gamification no se limita a reunir diferentes elementos de juego. Es cierto que
estos elementos son imprescindibles para que la experiencia suceda, pero se
necesitan técnicas de Game Design que den sentido a todo esto. Estas técnicas
establecerán las maneras en las que los usuarios podrán enfrentarse a sus retos
y relacionarse con el resto de usuarios. Para ello debemos ser conscientes del
tipo de usuarios con los que estamos tratando y cuáles son sus motivaciones y
funciones favoritas. Mediante estas técnicas de Game Design estableceremos las
líneas de pensamiento y acción a seguir dentro del juego.
Un contexto no lúdico.
Gamification. Este es el
punto que diferencia la gamificación de los videojuegos convencionales. En un
videojuego juegas para ganar o para divertirte, pero el objetivo siempre está
dentro del juego, dentro de la propia experiencia.
En la gamificación, sin
embargo, el objetivo se encuentra fuera del juego, estamos jugando por algo que
va más allá. Este objetivo se establece por la empresa desarrolladora de la
aplicación y busca algún resultado real. Ya sea aumentar ventas, generar
engagement, formar a los trabajadores en un ámbito concreto o reconducir los
hábitos de ciertos usuarios. A través de la gamificación, un objetivo real de
una empresa se ve cumplido gracias a las mecánicas motivacionales que el juego
despierta en los usuarios.
En conclusión, la
gamificación se da en aquellas circunstancias en las que se combinan elementos
de juego y técnicas de Game Design para crear experiencias que tienen un
propósito u objetivo que va más allá del propio juego en sí. Esta nueva
tendencia cada vez pide más profesionales cualificados. Sigue a este artículo
para ver algunas razones por las que estudiar Gamification en la actualidad es
muy buen idea.
Contenido Curado por Isabel Asolo
(Community Manager) HERAS ABOGADOS BILBAO S.L.P.
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