La industria de la inversión colectiva experimenta una explosión en toda regla. Y no solo los fondos de inversión, que han aumentado su patrimonio en cerca de 60.000 millones desde los mínimos de 120.000 millones de euros de cierre de 2012, sino también las Sociedades de inversión de capital variable (Sicav).
El número de este tipo de sociedades, usualmente utilizadas por los grandes patrimonios para gestionar sus inversiones, se sitúa en 3.138, según los datos de BME. Y en lo que va de año se han creado 140 nuevas, de acuerdo a los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En los mismos meses del año pasado, se habían creado 72 Sicav, y es una cifra récord en términos históricos (véase gráfico).
El patrimonio bajo gestión de estos vehículos ha crecido en el año un 9,6%, hasta los 30.696 millones de euros, en niveles de máximos históricos, según los datos de Inverco, la asociación de instituciones de inversión y colectiva y de la CNMV. La situación difiere de la de los fondos de inversión, cuyo patrimonio todavía se sitúa a una distancia considerable del récord de más de 260.000 millones de euros correspondiente a junio de 2007.
El número máximo de Sicav, sin embargo, se marcó hace más de cinco años, cuando se alcanzaron cerca de 3.400. En el conjunto de 2013 se crearon 119 Sicav, cuando en 2007 se registraron 152. Salvo sorpresa mayúscula, en este año se batirá ese récord de creación de estos vehículos, señalan fuentes de banca privada.
Los expertos siguen apuntando a la amnistía fiscal (con la que se regularizaron unos 40.000 millones de euros) efectuada en 2012 como una de las causas de que el número de Sicav, y el dinero guardado en ellas, continúe aumentando. El dinero sigue volviendo a España. Y es que, una vez declarado a la Agencia Tributaria, el incentivo de mantener ese capital en el extranjero es inexistente. Las comisiones de gestión, por ejemplo en Suiza, pueden llegar a duplicar las cobradas en España.
Un banquero privado añade que la penalización a las plusvalías obtenidas en un plazo de un año o menos ha sido crucial a la hora de reactivar la contratación de las Sicav por parte de los grandes patrimonios. Desde el 1 de enero de 2013, Cristóbal Montoro decidió que las ganancias en Bolsa a corto plazo tributaran al tipo marginal del contribuyente, que se sitúa en el 56% en Cataluña, Asturias y Andalucía. Pagan ese porcentaje en lugar de los tipos de entre el 21%y el 27% del resto de plusvalías.
Aunque el proyecto de reforma fiscal eliminará ese castigo a partir del próximo año, todas las ganancias a corto plazo obtenidas en 2014 que no estén protegidas por una Sicav o por un fondo de inversión tributarán al tipo general del IRPF. “En todo caso, las Sicav, pese a que la reforma iguale la tributación de las plusvalías en 2015, seguirán gozando del diferimiento en el pago de impuestos. Hasta que no se vendan las participaciones, no habrá que pasar por Hacienda”, explican fuentes financieras.
Un tercer argumento utilizado por la banca privada para explicar la avalancha de creación de Sicav en lo que va de año radica en el cambio en las perspectivas macroeconómicas y de la renta variable. Desde comienzos de 2014, el Ibex avanza un 9,7%, y tanto el Dax alemán como los estadounidenses Dow Jones y S&P 500 rondan máximos históricos. La rentabilidad de los activos sin riesgo ha caído, además, por los suelos.
El interés medio de los depósitos de hasta un año se situaba a cierre de junio en el 0,94%, cuando a finales de 2012 rozaba el 3%, según los datos del Banco de España. Los grandes patrimonios han tomado nota y han decidido traspasar una parte de su dinero a las Sicav.
También la estabilidad en cuanto a su régimen fiscal ha jugado muy a favor de ellas. Los temores a una modificación se han disipado casi por completo. El proyecto de reforma fiscal no contempla en ningún caso un aumento de la tributación de estos vehículos. Estos, al igual que los clásicos fondos de inversión, pagan a la Agencia Tributaria el 1% de sus beneficios. Eso sí, el partícipe tendrá que declarar, y pagar, por todos los beneficios una vez haya retirado toda o parte de su inversión. Para crear una Sicav, es necesario contar con un patrimonio de al menos 2,4 millones de euros y disponer de un mínimo de 100 partícipes. En caso de no cumplir con estos requisitos, los vehículos no puedenbeneficiarse de la tributación reducida del 1%.
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