lunes, 5 de mayo de 2014

HOMBRO-CABEZA-HOMBRO

I. CONCEPTO La formación "charlista" de Hombro-Cabeza-Hombro es una pauta grafica, normalmente, de cambio de tendencia en los mercados financieros o en los valores cotizados, si bien, el no cumplimiento de las características de su constitución puede hacer perder esta condición y tratarse de una formación de continuación de tendencia. Por tanto, generalmente, estas formaciones se puede construir tanto en los cambios de tendencia alcista a bajista (Hombro-Cabeza-Hombro) como en los cambio de tendencia de bajista a alcista (Hombro-Cabeza-Hombros invertido). II. EL HOMBRO-CABEZA-HOMBRO La formación de un hombro-cabeza-hombro o techo de cabeza y hombros es una figura gráfica que se suele manifestar al final de una tendencia alcista y puede implicar un cambio de tendencia de alcista a bajista. En esta pauta, los precios forman tres techos o máximos, de los cuales el máximo central se encuentra más alto que los otros dos; y éstos, los extremos, alcanzan un nivel máximo similar. El primer máximo es el hombro izquierdo, el segundo, más alto, equivale a la cabeza y el tercero conforma el hombro derecho. Mostrar/Ocultar El hombro-cabeza-hombro, para su configuración, atiende a los siguientes pasos o fases: 1. Las características iniciales en la formación de un hombro-cabeza-hombro, concretamente del primer hombro y la cabeza, son prácticamente similares en su evolución a una tendencia alcista –en la cual podemos encontrar dos máximos consecutivos-. Por tanto, esta formación gráfica resulta difícil de identificar inicialmente, hasta que no se complete la formación de la cabeza o se inicie la formación del segundo hombro. 2. Como en las tendencias alcistas, el volumen es elevado en el primer hombro cuando los precios suben y disminuye en el retroceso o corrección de la cotización. Sin embargo, el volumen negociado en la subida de la formación del siguiente máximo (la cabeza) es alto aunque menor que en la subida anterior (en la formación del primer hombro). Lograr detectar esta situación permite intuir la primera señal de debilidad en la tendencia, es decir, no hay suficiente demanda o compradores que acompañen una subida mayor de los precios y, por tanto, aunque se ha alcanzado un nuevo máximo, los precios podrían iniciar en breve el descenso. Sin embargo, puede que el volumen de la cabeza sea igual o mayor que el volumen del hombro derecho, anulándose de esta forma la primera señal de aviso de debilidad en la tendencia alcista. 3. Una vez alcanzado un máximo más alto (cabeza) se produce la corrección con disminución del volumen, cayendo la cotización hasta el nivel de soporte marcado, no por la línea de tendencia alcista (que implicaría soportes ascendentes), sino por el mínimo anterior o soporte del primer hombro. Esta situación puede advertir de la segunda señal de debilidad en la evolución de las cotizaciones, es decir, la ruptura de la línea de tendencia alcista. 4. Desde este nivel de soporte (base de la cabeza) los precios se dirigen de nuevo al alza, pero no alcanzan el nivel de resistencia anterior (techo de la cabeza), sino que se quedan a un nivel similar que el techo o máximo del primer hombro. Este ascenso de los precios, debe desarrollarse con un volumen muy reducido, al igual que el siguiente movimiento descendente en el que los precios caen hasta el nivel de soporte, que se encuentra en la base de la cabeza. Se ha formado así el segundo hombro. 5. En este momento se puede detectar una nueva señal de debilidad, esto es, un cambio de tendencia del alza a la baja, al poder dibujar una línea de tendencia bajista uniendo los dos techos o resistencias descendentes, el techo o máximo de la cabeza y el máximo inferior del segundo hombro. 6. La confirmación de la formación de una figura de este tipo sólo se produce cuando los precios rompen a la baja el nivel de soporte, trazado con la base o niveles mínimos de la cabeza, también denominado línea de cuello, normalmente horizontal aunque puede presentar cierta inclinación hacia arriba. En este momento se confirma la tendencia bajista al producirse soportes descendentes. Una vez producida la ruptura, es conveniente dejar un cierto margen de caída para evitar señales falsas (un porcentaje del precio (3%), un período de tiempo u otra modalidad de filtro que consideremos). Esta ruptura de la figura genera una señal de venta y puede ir acompañada de un incremento de volumen. 7. En ocasiones, la confirmación del cambio de la tendencia consiste en observar el siguiente movimiento al alza de los precios tras la ruptura. Si éstos no consiguen superar la línea de cuello o ésta actúa como nivel de resistencia o los precios marcan un nivel de resistencia más bajo que el máximo anterior (segundo hombro) tenemos la confirmación de que se ha producido el cambio de tendencia. A este movimiento de vuelta una vez formada la pauta se le denomina pull-back. Si bien, en ocasiones, estas vueltas no se producen o son mínimas, circunstancia que puede ocurrir cuando los precios bajan con volumen una vez producida la ruptura, manifestando un mercado muy bajista en el que el retroceso no será sustancial o no existirá; por tanto, ante una ruptura con poco volumen posiblemente se produzca el pull back. 8. Una vez formada la figura, los precios pueden caer, al menos, hasta un determinado nivel. Este nivel se calcula proyectando la distancia desde la línea de cuello o base de la cabeza hasta el máximo de la misma hacia abajo. En este análisis del objetivo de caída de los precios pueden tenerse en consideración otras herramientas de análisis gráfico o técnico. Una vez completada la figura de hombro-cabeza-hombros tendrá tanta mayor proyección o implicación, cuanto mayor tiempo necesite para su formación y cuanto mayor sea el movimiento o amplitud de los precios. Realmente resulta complicado observar un gráfico de este tipo cumpliendo plenamente lo expuesto, si bien, como alternativa al seguimiento de este proceso se puede observar el cambio de dirección de los precios con el análisis de tendencias, aspectos sobre los que subyace la formación de un hombro-cabeza-hombro. III. EL HOMBRO-CABEZA-HOMBRO INVERTIDO El hombro-cabeza-hombro invertido es una formación gráfica que se manifiesta en los suelos de mercado y puede implicar un cambio de tendencia de bajista a alcista. En esta figura, los precios forman tres suelos o mínimos, donde el mínimo central se encuentra más bajo que los otros dos; y éstos, los extremos, alcanzan un nivel mínimo similar. El primer mínimo es el hombro izquierdo, el segundo, más bajo, equivale a la cabeza y el tercero conforma el hombro derecho. La evolución de los precios es equivalente al hombro-cabeza-hombro pero de forma invertida. Mostrar/Ocultar Concretamente, la formación de un hombro-cabeza-hombro invertido atiende a la siguiente evolución: 1. Las características iniciales del hombro-cabeza-hombro invertido y, en concreto, del primer hombro y la cabeza son prácticamente similares en su evolución a una tendencia bajista y, por tanto, al igual que en el hombro-cabeza-hombro es difícil de identificar inicialmente hasta la completa finalización de la formación de la cabeza o el inicio del segundo hombro. 2. El volumen es reducido en el primer hombro tanto durante el ascenso como en el descenso pero más elevado y creciente a medida que los precios se acercan en la zona de precios mínimos (se ha formado el primer hombro). Una vez alcanzado un mínimo más bajo (cabeza), con un volumen negociado menor que en la caída anterior, se produce la reacción al alza hasta el nivel de resistencia marcado por el máximo anterior o resistencia del primer hombro, superando al alza la línea de resistencia bajista. Este ascenso de los precios se produce ya con un incremento del volumen de negocio. En este momento se produce la primera señal de un posible cambio de tendencia, al producirse la ruptura de la tendencia bajista. 3. Desde este nivel de resistencia (base de la cabeza invertida) los precios vuelven a la baja, pero no alcanzan el nivel de soporte anterior (mínimo de la cabeza invertida), sino que alcanzan un nivel similar al mínimo del primer hombro. Esta bajada de los precios se debe realizar con reducido volumen y en el siguiente movimiento ascendente, en el que los precios suben hasta el nivel de resistencia que se encuentra en la base de la cabeza invertida también llamada línea de cuello (es una línea de resistencia, generalmente horizontal, que se dibuja con los niveles máximos de la cabeza invertida), el volumen debe seguir incrementándose. Se ha formado el segundo hombro. En este momento se puede detectar la segunda señal de fortaleza, esto es, un cambio de tendencia de bajista a alcista, al poder dibujar una tendencia alcista uniendo los dos mínimos o soportes, el mínimo de la cabeza invertida y el mínimo del segundo hombro, respectivamente. 4. La confirmación de que se ha formado esta figura sólo se produce cuando los precios rompen al alza el nivel de resistencia dibujado con la base de la cabeza invertida o línea de cuello. En este momento se confirma la tendencia alcista al tener soportes y resistencias ascendentes Es conveniente dejar un cierto margen a la ruptura para evitar señales falsas. Esta ruptura de la figura debe ir acompañada de un incremento fuerte del volumen, en cuyo caso se produce la señal de compra. En su defecto, puede tratarse de una señal falsa. 5. Los precios, una vez rota al alza la línea de cuello, normalmente suelen volver a ésta, actuando como línea de soporte, en cuyo caso es la última señal que nos confirma que se ha producido el cambio de tendencia al alza (pull-back). 6. Una vez formada esta figura los precios pueden subir, al menos, hasta un determinado nivel definido por la distancia desde la línea de cuello hasta el mínimo de la cabeza, proyectada hacia arriba desde la línea de cuello. Por ultimo, destacar que cuanto más amplia sea la formación gráfica mayor será la posible repercusión de la pauta. Igualmente, hay que tener en cuenta que al resultar difícil de observar un gráfico de este tipo, se puede realizar el análisis de tendencias, así como de los soportes y resistencias. IV. OTRAS FORMACIONES DE HOMBRO-CABEZA-HOMBRO En ocasiones se forman figuras complejas de hombro-cabeza-hombro que consisten en formaciones particulares en las que aparecen dos o más cabezas o múltiples hombros o se trata de pautas de hombro-cabeza-hombro inclinados. Los más habituales son los formados por dos hombros izquierdos, una cabeza y dos hombros derechos, o bien dos cabezas con hombros izquierdos y derechos, así como hombros-cabeza-hombros cuya cabeza representa un hombro-cabeza-hombro. Generalmente, estos casos suelen tener un patrón simétrico. En todos estos casos, el análisis de los precios y sus características así como del volumen (sobre todo en lo que respecta al lado derecho de la pauta) es equivalente a lo explicado anteriormente. En todo caso se puede realizar el análisis con la identificación de los soportes, las resistencias y las tendencias. Incluso, en ocasiones, estas formaciones actúan como formaciones de continuación de tendencia. Habida cuenta, que como se manifestó anteriormente, una formación de hombro-cabeza-hombro no está completada hasta que no sea rota al alza o a la baja la línea de cuello y, por tanto, hasta ese momento, no identificará un cambio de tendencia. Por ello, si se observa un hombro-cabeza-hombros invertido en un techo de mercado o un hombro-cabeza-hombros en un suelo de mercado, no tienen porqué implicar un cambio de tendencia a la baja o al alza, respectivamente; sino que el propio hombro-cabeza-hombro invertido es un figura alcista que si se produce en una tendencia alcista puede tratarse entonces de una formación de continuación de tendencia, e, igualmente, en el caso de un hombro-cabeza-hombro que se produzca en una tendencia bajista puede tratarse de una formación de continuación de tendencia.

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