Prima de riesgo
I. CONCEPTO
Es la rentabilidad adicional que toda inversión debe proporcionar al inversor como consecuencia de tener que asumir éste cierto nivel de riesgo. Normalmente se obtiene como la diferencia entre la rentabilidad de la inversión arriesgada y la rentabilidad libre de riesgo. Así, cuanto mayor sea el nivel de riesgo asociado a una inversión, mayor será la prima de riesgo exigida a la misma.
II. PUZLE DE LA PRIMA DE RIESGO
A mitad de la década de los ochenta (Mehra y Prescott, 1985), se puso de manifiesto la inconsistencia que existe entre la prima de riesgo histórica empíricamente observable y las medidas razonables de aversión al riesgo que poseen los inversores. En otras palabras, la rentabilidad ofrecida por las acciones como compensación por su riesgo, parece excesiva a la luz de los modelos habitualmente empleados para medir la aversión al riesgo de los inversores y de relación entre rentabilidad y riesgo. A esta aparente contradicción se le ha llamado la paradoja o el puzle de la prima de riesgo (equity premium puzzle), y tiene su relevancia fundamentalmente por las implicaciones profundas que conlleva, a saber:
III. PRIMA DE RIESGO DE MERCADO
Si contemplamos a la inversión en renta variable en términos generales, la rentabilidad extra proporcionada por tal inversión frente al rendimiento del activo libre de riesgo se conoce como prima de riesgo de mercado. Y este concepto es fundamental en el ámbito de la economía financiera, sobre todo en el estudio del modelo de valoración de activos de capital o Capital Asset Pricing Model (CAPM). Así, en la ecuación fundamental del CAPM, la línea del mercado de títulos o SML (Security Market Line), se establece que la rentabilidad exigida a un título o cartera de valores es igual a la rentabilidad del activo libre de riesgo más la prima de riesgo de mercado multiplicada por el riesgo sistemático. Por tanto, esta prima de riesgo de mercado es uno de los parámetros fundamentales del CAPM, y se requiere su determinación para poder aplicar el modelo.
Pero, la prima de riesgo de mercado es un concepto que ha generado algo de controversia entre los investigadores financieros a lo largo del tiempo, y puede provocar cierta confusión si no queda bien delimitado y acotado. En este sentido, tal y como Pablo Fernández (2009) establece, la prima de riesgo de mercado puede designar cuatro acepciones muy distintas:
De las cuatro anteriores acepciones, la que se debe utilizar para calcular la rentabilidad exigida a la inversión en renta variable y, por tanto, es la que se contempla en el modelo CAPM, es la primera: la prima de riesgo de mercado exigida. En cuanto a cuál es la cuantía concreta que corresponde a esta prima de riesgo de mercado, no existe un consenso claro al respecto. Siguiendo a Pablo Fernández (2009), inversores diferentes y empresas diferentes utilizan distintas primas de riesgo de mercado exigidas, aunque un 4% adicional de rendimiento compensa suficientemente el riesgo de una cartera de acciones diversificada.
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